lunes, 28 de febrero de 2011

"Tosca", una ópera para tiempos de revolución

Tosca, la famosa ópera de Giacomo Puccini, está ambientada en la Roma papal, contraria a la unificación de Italia en la que Verdi, Garibaldi y muchos patriotas del XIX creían ciegamente. Ahora que soplan vientos de revolución en los países árabes, quizás sea un buen momento para recordar esta ópera en donde queda claro que la lucha por la libertad nunca es gratuita y que, cueste lo que cueste, tiene grandeza.

En Tosca aparece una mujer de gran carácter, Floria Tosca, que será capaz de asesinar al malvado conde Scarpia, jefe de la policía, que quiere aprovecharse de ella prometiéndole que liberará a su amado, el pintor revolucionario Mario Cavaradossi, si ella accede a sus torpes deseos. Tosca finge conceder, pero cuando el sátiro se aproxima lo apuñala y lo mata.

Un drama, en fin, temperamental, sangriento, como todos los románticos, y que acaba con la muerte de los personajes principales, incluidos Tosca y su amado Mario. La música es extraordinaria y la ópera nos regala unas arias memorables, de esas que han sido interpretadas por todos los grandes de la lírica.

La que vamos a reproducir aquí es la celebérrima "Recondita armonia", aria para tenor. Para entenderla bien, pongámonos en situación:

Llega a la iglesia para la que está haciendo una Magdalena el pintor revolucionario Cavaradossi, lo destapa para seguir pintando. El sacristán se sorprende al ver la belleza de la Virgen del cuadro, cuyo rostro no es otro que el de la bella y rubia marquesa Attavanti, que Mario pintó atraído por su belleza. El pintor coge los pinceles, empieza a pintar, compara lo que está haciendo con una miniatura de su amada Tosca que siempre lleva consigo, reflexiona sobre la curiosa armonía, ("Recóndita armonía"), entre los ojos azules y los cabellos rubios de la Attavanti y el cabello oscuro y los ojos negros de su Tosca, actriz y cantante adorada por Roma. Mientras el sacristán gruñe por el carácter mujeriego del pintor, que es, además, un peligroso volteriano enemigo del gobierno papal. He aquí el aria cantada por Plácido Domingo el Magnífico.


Recondita armonia
di bellezze diverse!
È bruna Floria,
l’ardente amante mia,
e te, beltade ignota
cinta di chiome bionde!
Tu azzuro hai l’occhio
Tosca ha l’occhio nero!
L’arte nel suo mistero
le diverse bellezze
insiem confonde:
ma nel ritrar costei
il mio solo pensiero,
ah! il mio sol pensier sei tu!
Tosca sei tu!

Traducción

¡Recóndita armonía
en bellezas diversas!
Es morena Flora,
la ardiente amante mía.
Y tú, beldad ignota,
coronada por rubios cabellos...
¡Tú, con tus ojos azules
y, Tosca, de ojos negros!
El arte, en su misterio,
las diversas bellezas,
mezcla y confunde
mas, en el retrato de ella,
mi único pensamiento, eres tú,
¡Tosca: eres tú!

En el fondo tenemos aquí la vieja discusión : ¿rubias o morenas? Los caballeros las prefieren rubias, dijo el gran Billy Wilder, con aquella esplendorosa Marylin de cine. Tu pupila es azul..., insistió Gustavo Adolfo Bécquer. Pero... Julio Romero de Torres y también Puccini, genios mediterráneos, prefirieron a las morenas. En aquellos momentos de construcción nacional de Italia, afirmar la belleza de la mujer morena era casi un acto de patriotismo.

En fin, polémicas aparte, "Recondita armonia" es un aria bellísima, compleja de ejecución y que exige lo máximo del tenor. Todo un goce para los sentidos.

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